Los leucocitos, también llamados glóbulos blancos son un grupo de células presentes en la
sangre responsables de las respuestas inmunitarias y de la defensa del organismo contra cuerpos
extraños o agentes infecciosos. Estas células se originan en la raíz de la medula ósea y el tejido
linfático, siendo producidos principalmente por la célula madre hematopoyética. Los
leucocitos
o glóbulos blancos están presente en todo el organismo, principalmente en el sistema circulatorio
sanguíneo, salvaguardando al organismo del ataque de virus, bacterias, hongos, células cancerígenas
o dañadas, elementos extraños, etc.
Por medio de los
análisis de sangre
se le puede hacer el conteo de los
leucocitos
presentes en un pequeño volumen de sangre estudiado. Este conteo sirve como indicador de alguna
enfermedad presente, el recuento normal de leucocitos en esta entre 4 y 11 x 11 x 109/L y
normalmente se expresa como 4000-11000 glóbulos blancos por microlitro. Cuando se presenta un
aumento de esta cifra sobre el límite superior en un paciente se dice que presenta una
leucocitosis y cuando el paciente presenta una cantidad de leucocitos menor a la del límite
se dice que presenta una leucopenia. Los glóbulos blancos representan aproximadamente el 1%
del volumen total de la sangre en una persona adulta sana.
Los leucocitos se encuentran transitoriamente en el torrente sanguíneo, siendo
los representantes hemáticos de la serie blanca, a diferencia de los eritrocitos, también conocidos
como glóbulos rojos, no contiene pigmento, característica que les proporciona el color blanco, por
lo que les llaman glóbulos blancos.
Estas células están compuestas por un núcleo, mitocondrias y otros orgánulos, su
tamaño varía entre 8 y 20 micrómetros, y su tiempo de vida varía desde algunas horas hasta
años.
Los tipos de leucocitos presentes en la sangre son:
Neutrófilos: Son los tipos de leucocitos responsables de defender al
organismo contra los ataques de origen bacteriana o por hongos. Generalmente son los primeros en
atacar cuando existe la presencia de cuerpos extraños, su muerte a gran escala forma la pus. Estas
células mueren después de haber destruido unos cuantos patógenos. En la fase temprana de la
inflamación se pueden encontrar a los
neutrófilos
como las células que más participan, son el tipo de leucocitos más común presentes en la sangre ya
que representan aproximadamente el 65% de los glóbulos blancos totales y circulantes y su promedio
de vida es alrededor de 5,4 días.
Eosinófilos: Estos son los leucocitos encargados de combatir las
infecciones parasitarias. Cuando ocurre una reacción alérgica los
eosinófilos
son las células predominantes.
Basófilos: Los
basófilos
son los tipos de glóbulos blancos responsables de las respuestas alérgicas, ya que su principal
característica es que liberan histamina, que es una sustancia que provoca la vasodilatación.
Linfocitos: Los linfocitos representan aproximadamente el 25% de los
leucocitos totales presentes en el organismo, estos son los encargados de reconocer los agentes
extraños o antígenos que invaden al organismo. Según su estructura se dividen en los linfocitos
B y los linfocitos T. Los linfocitos B, son capaces de generar los anticuerpos, y están
encargados de la inmunidad humoral. Los linfocitos T, también conocidos como timocitos o células T,
son una especie de
linfocitos
encargados de la respuesta inmunitaria a nivel celular en donde las células bacterianas o células
cancerosas reconocidas como agentes extraños son destruidas por completo, se le llaman linfocitos T
porque se producen en el timo. Cuando linfocitos T están mal programados desde su nacimiento, son
capaces reconocer ciertos órganos del cuerpo como antígenos, causando de esta manera enfermedades
autoinmune.
Monocitos: Los
monocitos
son células grandes del sistema inmunitario y representan aproximadamente el 5% de los leucocitos
totales. Su función es destruir los residuos de gran tamaño sobrantes en una respuesta
inmunitaria.
El conteo de los leucocitos reflejado en un examen de sangre puede mostrar
algunos síntomas de infección o enfermedad.
Análisis con leucocitos bajos
Si el conteo de los leucocitos es bajo puede deberse a:
- Insuficiencia de la medula ósea debido a infecciones, tumor, mal cicatrización
entre otros factores.
- Enfermedad del bazo o del hígado.
- Exposiciones a la radiación.
Cuando el conteo de los leucocitos es bajo se le llama leucopenia,
algunos tratamientos como la quimioterapia destruyen las células blancas de la sangre haciendo que
estas disminuyan, los antibióticos o antiinflamatorios son otros factores que podrían producir un
descenso de los leucocitos.
Si la leucopenia es leve la persona podría no mostrar ningún síntoma, solo
cuando es severa, los síntomas empiezan a notarse. Entre los síntomas más comunes resaltan:
- Anemia: se caracteriza por la disminución de la
hemoglobina.
- Menorragia: periodo menstrual muy prolongado.
- Metrorragia: sangrado del útero por causa de infección.
- Neurastenia: es una afección que causa fatiga, dolor de cabeza y desequilibrio
emocional.
- Trombocitopenia: enfermedad en donde el conteo de
plaquetas
es más bajo de lo normal.
- Estomatitis: enfermedad que se caracteriza por lo inflamación de las estructura
bucal.
Análisis con leucocitos altos
Cuando el conteo de los leucocitos es alto puede deberse a algunas infecciones
como nasofaringitis, bronquitis, apendicitis, peritonitis, pielonefritis, entre otros, lo que
quiere decir, es que un conteo de leucocitos elevado se debe a la presencia de algún proceso de
enfermedad inflamatoria, sobre todo en las enfermedades autoinmunes como el lupus o la artritis
reumatoidea. Un alto nivel de estas células significa que algo está sucediendo dentro del
organismo, y que el cuerpo está reaccionando para combatir esta afección.
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