Los niveles de concentración de glucosa en la sangre refleja la cantidad de glucosa que una
persona tiene en la sangre. Esta es la principal fuente de energía para las células de nuestro
organismo que circula a través de todo el cuerpo por medio del torrente sanguíneo. La
glucosa
proviene de los alimentos que consumimos, y esta se usa como fuente de energía o se almacena en el
organismo.
Cuando una persona tiene altos niveles de glucosa en la sangre se dice que sufre
de una condición médica llamada hiperglucemia. El nivel de azúcar se eleva en la sangre cuando el
cuerpo no es capaz de producir insulina, lo que origina la diabetes tipo 1, o no puede
responder correctamente a la insulina, lo que trae como consecuencia la diabetes tipo 2. La
insulina es una sustancia la cual permite que la glucosa contenida en la sangre pueda entrar en las
células del cuerpo y usarse como fuente de energía. En las personas en donde la insulina no
funciona correctamente, la glucosa se concentra en la sangre provocando una hiperglucemia.
La hiperglucemia puede dañar los vasos sanguíneos que proporcionan
energía a los órganos vitales, lo cual puede traer muchos riesgos de salud a individuos que
presentan esta afección como contraer enfermedades cardiacas, derrames cerebrales, enfermedades
hepáticas, problemas de vista o problemas de nervios asociado a la gente con diabetes. Generalmente
estos problemas se presentan en adultos con diabetes que no se han controlado
adecuadamente.
Hay muchas formas de medir la concentración de glucosa en la sangre, los más
comunes en los laboratorios son los análisis de glucemia en ayunas y los análisis de glucemia
aleatorio.
Si el examen a llevar a cabo es un análisis de glucemia en ayunas se
consideran valores normales entre 70 y 100 miligramos por decilitro (mg/dL).
Si por el contrario el examen es un análisis de glucemia aleatorio, el
resultado dependerá del tiempo transcurrido desde la última vez que el paciente comió, se considera
valores normal para este tipo de examen los resultados inferiores a 125 mg/dL.
Cabe destacar que los valores antes mencionados pueden variar ligeramente de
laboratorio en laboratorio, por lo que se recomienda realizar los
análisis de sangre
en un laboratorio que tenga una buena reputación en sus resultados.
Análisis con glucosa alta
Si el análisis de sangre practicado fue el de glucemia en ayunas:
- Si el análisis arroja niveles entre 100 y 125 mg/dL significa que existe una
alteración de la
glucosa
en ayunas, y el paciente es propenso a contraer diabetes tipo 2 si no se toman las previsiones
adecuadas.
- Un nivel de glucosa en ayunas de 126 mg/dL o mayor por lo general significa que
el paciente tiene diabetes.
Si el análisis de glucosa practicado fue el de glucemia aleatorio:
- Si el nivel reflejado en el análisis enfoca un nivel igual o superior a 200
mg/dL significa que le paciente sufre de diabetes.
- Generalmente el especialista ordenara otros exámenes como glicemia en ayunas,
examen de HbA1c o una prueba de tolerancia a la glucosa para corroborar el diagnostico.
- Si el paciente ya sufre de diabetes, un resultado anormal de esta prueba
refleja que la enfermedad no está bien controlada.
Algunas enfermedades también pueden causar un aumento de los niveles de glucosa
en el organismo, como:
- Hipotiroidismo.
- Cáncer pancreático.
- Pancreatitis
- Estrés severo.
- Algunos tipos de tumores como feocromocitoma, acromegalia, síndrome de Cushing
o glucagonoma, entre otros.
Análisis con glucosa baja
Cuando el paciente presenta niveles de glucosa por debajo de los niveles
normales se dice que sufre de una condición médica llamada hipoglucemia y puede deberse
a:
- Hipopitutarismo, es una enfermedad que refleja un trastorno de
hipófisis.
- Glándulas suprarrenales o glándulas tiroideas hipoactivas.
- Un tumor muy poco común denominado insulinoma.
- Comer muy poco.
- Demasiada insulina o el exceso de otros medicamentos para diabetes.
- Pérdida de peso bruscamente.
- Ejercicios vigorosos.
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