Los eosinófilos, también llamados acidófilos, son granulocitos que se desarrollan
durante la hematopoyesis antes de unirse como componente a la sangre. Son células blancas y forman
parte del sistema inmunitario del organismo, siendo los responsables de la lucha contra los
parásitos e infecciones específicas en vertebrados. Los
eosinófilos
actúan junto a los mastocitos, que son células que actúan contra la alergia y el asma.
En personas saludables los eosinófilos representan aproximadamente el 1-6 % de
las células blancas en la sangre, y su tamaño oscila entre 12 y 17 micrómetros. Estas células
pueden vivir en los tejidos durante 8 o 12 días en ausencia de estimulación.
Valores bajos de eosinófilos
Cuando paciente presenta niveles bajos de eosinófilos en las pruebas de sangre
se dice que presenta una afección conocida como eosinopenia, la cual representa un nivel más
bajo de la cantidad normal de
eosinófilos
presentes en la sangre, quedando de esta manera el organismo con bajo mecanismo de inmunidad contra
los parásitos o virus.
Algunas causas por las cuales los eosinófilos presentan un descenso en sus
niveles podrían ser:
- Al presentar una infección aguda, especialmente durante la fiebre tifoidea, en
donde estas células pueden llegar a tener un conteo bastante bajo.
- Las causas por la cual se diagnostica la leucopenia, generalmente son las
mismas causas que originan la eosinopenia, como la anemia plástica, el HIV, exposición a
radiaciones, entre otros.
- Tratamientos con corticosteroideso hiperadrenocorticismo.
- Estrés mental.
- Enfermedad de Cushing, en donde la formación de Eosinófilos se reduce debido a
los altos niveles de hormonas adrenocorticales como el cortisol y la aldosterona.
- Enfermedades autoinmunes como el lupus eritomatoso diseminado.
- Anemia plástica.
Valores altos de eosinófilos
Cuando un paciente presenta niveles de eosinófilos más altos de lo normales se
dice que presenta una afección conocida como eosinofilia. Los niveles altos de eosinófilos
pueden circular por todo el torrente sanguíneo, pero también se pueden presentar concentraciones
altas de estas células en zonas especificas del organismo en donde se presentan infección o
inflamación, a esto se le conoce como eosinofilia tisular.
Cuando los niveles sobrepasan de 500 eosinófilos por microlitro de sangre en el
análisis de sangre de una persona adulta se le diagnostica con eosinofilia. En este caso el
paciente podría presentar síntomas como dificultad para respirar, tos y sibilancias. Otras
manifestaciones poco comunes serian diarrea, dolor abdominal, pérdida de peso y erupciones
cutáneas.
Generalmente los conteos altos de eosinófilos se deben a la presencia de otras
enfermedades como:
- Condiciones alérgicas.
- Vasculitis como el síndrome de Churg-Strauss.
- Enfermedades pulmonares.
- Cirrosis del hígado.
- Trastornos en la piel.
- Ciertos tumores.
- Infecciones parasitarias.
- Linfomas.
- Enfermedades autoinmunes como el lupus eritematoso sistémico.
- Embolismo de
colesterol.
- Nefropatía intersticial.
- Síndrome hiperinmunoglobulina.
La eosinofilia es una afección poco frecuente y generalmente es un factor
secundario originado por otras enfermedades, sin embargo, en el mundo occidental la causa más
frecuente para presentar niveles altos de eosinófilos son las enfermedades alérgicas o atópicas,
especialmente cuando se localizan en las vías respiratorias, a nivel mundial las infecciones
parasitarias son las causas más común para que un paciente presente altos niveles de
eosinófilos. |